Un honesto y entrañable retrato de la gran pianista a través de los ojos de su hija menor, la cineasta Stéphanie Argerich, fruto de su relación con el pianista y director de orquesta Stephen Kovacevich.
“Mis padres son seres humanos normales, pero veo su extraordinaria dimensión. (….) Cuando digo que mi madre es una diosa, no es necesariamente broma. Pienso en la mitología griega, en todos esos dioses que tienen poderes monstruosos y sin embargo, al mismo tiempo, fortalezas y debilidades muy humanas con las que podemos identificarnos.” Stéphanie Argerich